

Episode 7
3/31/2023 | 1h 58sVideo has Closed Captions
A mob forms and tries to kill Gonzalo as he is being escorted off the island.
Monica’s daughter is the latest victim of the Urco, forcing Carmela to take the reins of an increasingly compromised investigation. The main suspect is still Gonzalo, but Monica is no longer so sure.
Problems playing video? | Closed Captioning Feedback
Problems playing video? | Closed Captioning Feedback

Episode 7
3/31/2023 | 1h 58sVideo has Closed Captions
Monica’s daughter is the latest victim of the Urco, forcing Carmela to take the reins of an increasingly compromised investigation. The main suspect is still Gonzalo, but Monica is no longer so sure.
Problems playing video? | Closed Captioning Feedback
How to Watch Neboa
Neboa is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.

Discover Mysteries, Romances, & More
Explore our hand-picked collections of PBS dramas to find your new favorite show. Browse our catalog of sweeping historical epics, breathtaking romantic dramas, gripping crime thrillers, cozy family shows, and so much more.Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorshipESTE PROGRAMA PRESENTA CONTENIDO PARA ADULTOS NO ES APTO PARA CUALQUIER AUDIENCIA SE RECOMIENDA DISCRECIÓN - "No regala milagros, pero ayuda a encontrar soluciones".
Firmado, G. ¿Te suena?
- [Mónica] Pregúntale a la madre de Emma si ella era catequista.
- [Carmela] Se lo pregunté.
Era catequista.
Por lo visto, Emma y Gonzalo mantenían una amistad... estrecha.
- Ya.
- [Vega] Emilio, salgo ya.
Ven a buscarme.
- Emma Montes en el '89 se veía con un tipo.
Se veía... - ¿Un novio misterioso?
- No, no tan misterioso.
- El novio era Gonzalo.
- ¡Gonzalo!
¡Para!
[disparos] - [mujer] Es por tu hija.
No me quiero meter donde no me llaman, pero como ya los escuché discutir... - ¿Qué pasa?
- [mujer] Fui a limpiar el cuarto y falta una maleta.
- ¿Cómo sabían que Emma salió de la fiesta?
- Ella.
- ¿Qué hay en esa cinta tan importante como para que entrases a mi casa a robar?
- Baja del coche.
Que no te tenga que sacar yo.
- Esto igual te pilla por sorpresa, pero entre mi hijo y tú, no dudé un segundo.
- Pásame a mi hija.
- [Emilio] Mónica, me dijo que sí venía.
Yo tenía que recogerla en el puerto, pero no ha aparecido.
Llevo todo el día llamándola y nada.
- Canedo, ¿qué pasa?
- Hay otra víctima.
- ¡Vega!
¡Vega!
¡Suéltenme!
¡Vega!
¡Déjame!
¡Vega!
[música ominosa] [disparo] - ¡Tor!
[música ominosa] [música de suspenso] [disparo] [música calma] [música nostálgica] - Tienen que llevársela.
[sollozos] [llanto] [llanto] - Alfonso.
Alfonso, ¿me escuchas?
Alfonso, Vega... Vega está muerta.
La han matado, joder.
[llanto] [música ominosa] - ¿Un café?
- Ahora no tomo nada, gracias.
- ¿Qué?
- Encontraron otra chica muerta, con toda la parafernalia de Urco.
- ¿Qué chica?
- Vega, la hija de la Teniente - Joder.
- Estabas detenido.
No podrían acusarte de nada.
Un problema menos.
- ¿Y qué pasa con los cargos por narcotráfico?
- Acabamos de librarnos de una acusación de asesinato.
Vamos paso a paso.
Ahora sí que tomo un café con algo para picar.
- ¿La hija de la Teniente?
- Hablé con el forense.
Hubo agresión sexual.
- [Carmela] Dios.
- Intentaron asfixiarla.
Hay hematomas por todo el cuello.
¿Estamos seguros de la coartada del exnovio?
El maltratador.
- [Carmela] ¿Emilio?
No pudo ser él, estaba en el continente.
Mientras se fueron, solo concierne lo de la agresión sexual.
Que no salga de aquí.
Y que alguien vaya al faro, por favor.
A ver si Mónica necesita algo.
- [Canedo] ¿Qué?
Joder.
- ¿Cuál fue la hora de la muerte?
- [Carmela] Estamos empezando a trabajar.
No tenemos nada de momento.
- ¿Cuándo la mataron?
- [Carmela] Hace unas 20 horas.
- [Canedo] Gonzalo estaba libre.
- [Carmela] Mónica, no puedes estar aquí.
- Tenéis que interrogarme.
Y a los del hotel.
Tenéis que preguntarnos por Vega y todos sus movimientos antes de que la mataran.
No coincide.
No coincide.
La escena del crimen no coincide.
Quien la mató... dejó... Dejó las marcas de sus manos alrededor del cuello.
- [Canedo] Teniente, lo siento, pero tiene que salir de aquí.
- [Carmela] Mónica.
Te prometo que hablo con el forense.
Te mantengo informada de todo.
- ¿El juez ha pedido hablar con Gonzalo?
- Sí.
Sí, lo vamos a trasladar al continente hoy mismo.
Lo voy a interrogar.
Le voy a arrancar una confesión, te lo juro.
- No fue él.
- Déjame acompañarte.
- No.
- [mujer] Cuánto lo siento.
Gracias por avisar.
Sí, claro.
Hablamos.
Encontraron otra víctima.
La hija de Mónica.
Al parecer, la niña llevaba todo el día desaparecida.
- ¿Piensan que fue Gonzalo?
- Sí.
Piensan que fue él.
- ¿Lo piensan o lo saben?
- No sé, Antón.
Dicen que sí.
Hijo de puta.
Y yo que me empeñé en que fuera a catequesis.
- ¿Eso qué importa?
[sollozos] - Hasta nueva orden, estaré al mando de la investigación.
- [Viqueira] ¿Gonzalo sigue siendo el sospechoso?
- Sí.
Los del hotel vieron salir a Vega sobre las 12:30.
Nosotros empezamos a vigilar a Gonzalo a las 2:00.
Así que, tuvo hora y media para matarla.
Los plazos coinciden con lo que dice el forense.
- [Viqueira] Camela, pero.
¿cómo encajan las muertes del '89?
Ya no te digo nada de las del '19.
¿Con que sea el cura?
- No sabemos cómo encajan.
Eso es lo que tenemos que ver.
Pero fue él.
Se acostaba con la primera víctima del '89.
Robó la grabación del interrogatorio que le hizo mi padre y tenía el arma con la que se cometieron todos los crímenes.
Gonzalo es el Urco.
Sabemos el recorrido que hizo Vega.
Tiene que haber algún testigo que viese a Gonzalo ir de aquí a aquí.
- No tuvo por qué ver a nadie.
- Es el cura del pueblo, no pasa desapercibido.
Hay que preguntar a todo el mundo.
- [Viqueira] ¿Casa por casa?
- No podemos dejar a nadie sin interrogar.
Organízalo, Viqueira.
Por favor.
- [Andrés] Sí, claro.
- [Canedo] Buah, chaval.
No vamos a acabar en la vida, tío.
- Es la hija de una compañera, coño.
- [Canedo] Lo siento, Viqueira.
- Llévate tú las cosas para adentro.
Ya voy ahora.
- Marina.
Necesito hablar contigo.
¿Notaste algo raro en Vega?
- No hubo nada que me llamara la atención.
Vega era una muy buena chica.
Cuando salí del faro iba sola y no llevaba nada, pero en su habitación faltaba la maleta.
- ¿Y los días anteriores?
- No.
- ¿No la viste con nadie?
- ¿Qué hace?
Aquí no había nadie más que nosotras.
- ¿Algún extraño?
- No.
¿Por qué no entras?
Te preparo algo de comer y descansas.
Igual no es buena idea que tú sigas con el caso.
[suspiro] - [Viqueira] El informe forense.
Creo que ella murió por estrangulamiento y se confirma el intento de violación.
Igual que con Ana.
- ¿Algo más?
- Sí.
Hasta lo que te conté, todo encaja con los otros asesinados, pero la herida de la nuca no se hizo con la lanzadera.
- ¿Entonces?
- Utilizó un cuchillo.
- ¿Crees que es otro asesino?
- No tiene sentido, ¿no?
La puesta en escena es la misma.
- Pero no usó el arma que usaba siempre.
- [Viqueira] Puede que fuera por la prisa.
Gonzalo sabía que tenía muy poco tiempo.
Que íbamos a por él.
Así que, tuvo que improvisar, digo yo.
- [Carmela] Y no tuvo tiempo de ir a su casa a buscar la lanzadera.
- Por eso mismo.
- Tenemos que estar seguros si fue Gonzalo.
Lo quiero interrogar antes del traslado.
- [Viqueira] ¿Cuándo fue la última vez que viste a Emma?
- [Gonzalo] Ayer por la noche.
Tuvimos una discusión.
- [Viqueira] ¿Por qué?
- Por... estábamos juntos.
Ella quería que yo dejara la iglesia.
Quería que lo nuestro fuera oficial.
- ¿Sabes que vas a ser el sospechoso?
- Ya.
- Y en cuanto se sepa lo tuyo con Emma, el obispo va a llamar al arzobispado... - Ya.
Ya sé lo que va a hacer el obispo.
- Fue Alejandro Ulloa.
Fue él, ¿no?
Iba detrás de Emma.
- [Gonzalo] Sí, eso es lo que dicen todos.
- ¿Es lo que dicen?
Venga, padre.
Fue Alejandro.
Lo lleva en la sangre.
Solo tienes que declarar que sabes que Alejandro perseguía a Emma.
- [Gonzalo] Yo estaba en mi casa.
- [Viqueira] Ya lo sé.
- No puedo testificar algo que no sé.
- No podías testificar contra Alejandro porque tú eras el asesino.
Confiesa.
Por lo menos, las familias podrán tener un poco de paz.
- Carmela, yo no hice nada.
- Mataste a Emma.
- No.
- Mi padre descubrió que eras el Urco.
Entraste en mi casa, intentaste matarlo.
¡Eras tú!
- Eso no fue así, Carmela.
- Sargento.
- Y ahora volviste a matar.
- No.
- Dilo.
Cuatro muertos.
- ¿Cuatro?
¿Cómo que cuatro?
- ¡Me cago en la puta, Gonzalo!
¡Deja de mentir!
- Sargento.
[portazo] - [Mónica] Fue el cura.
Eso piensan en el cuartel.
- Pues, ya te digo yo que ese no sale vivo de la isla.
[música dramática] - Carmela.
- ¿Qué?
- [hombre] El... el sospechoso está listo para el traslado.
- Está bien.
- Desgraciado.
[maullido] [música dramática] [vibración] - ¿Quién es?
- ¿Qué?
- Que quién llama.
- Nadie.
- No salgas de casa.
- Que ya, que ya lo sé.
- "Que ya, que ya lo sé" no.
[llamada telefónica] Es que no quiero que salgas de casa hasta que yo te lo diga por lo menos.
¿De acuerdo?
¿Sí?
¿Cuándo?
Vale.
- ¿Qué pasa?
- Nada.
- Van a llevar al cura al continente.
- ¿Cuándo?
- En 20 minutos.
[música de suspenso] - Antón, ¡no!
Antón.
Antón.
Antón, te lo pido, por favor.
No.
Antón.
Antón, por favor.
Por favor, mírame.
Mírame.
Antón, mírame.
Mírame, por favor.
Antón.
No lo hagas, por favor.
No.
No.
¡Antón!
Antón, baja del coche, por favor.
¡Antón!
- Tengo que salir un momento.
- Vale.
- ¿A dónde vamos?
- El juez quiere hablar contigo.
- ¿Quién es la cuarta víctima?
- No me jodas, Gonzalo.
- Carmela, por favor.
Dímelo.
- Vega.
- ¿Cómo que Vega?
- La hija de la Teniente.
- Eso no puede ser.
Tengo que hablar con Mónica.
Carmela.
Tengo que hablar con Mónica.
Por favor.
Espera, déjame hablar con Mónica, por favor.
- ¡Adentro ya!
- Tengo que hablar con ella.
[música de suspenso] - Joder.
- Frena.
Frena.
Llama al cuartel.
Pide refuerzos y que vengan rápido.
- 140P1 a 140F... - A ver, ¿qué pasa?
¿Qué pasa, Manuel?
No me jodas, vete para la casa.
- Estamos rodeados por un mundo de gente.
Estamos trasladando al cura.
- [hombre] ¡Hijo de puta!
- Solicitamos refuerzos.
[gritos indistintos] - ¡Gael!
- No te preocupes.
Tú tranquilo.
¡Espera!
[gritos indistintos] - ¡Hijo de puta!
- ¡Joder!
¡Dejad el coche en paz!
¡Quietos!
¡Gonzalo!
- ¡Hijo de puta!
[chirrido] [disparos] - ¡Alto!
¡Alto!
[disparos] ¡Alto todo el mundo!
¡Quietos!
¡Quietos!
- Arranca.
- A casa.
¡A casa ya!
- Yo no la maté, Mónica.
Te lo juro.
Yo no maté a nadie.
- Ya lo sé.
La lanzadera, el chubasquero, las botas.
¿Por qué tenías esa bolsa?
- Encontré la caseta.
- Cuando te estábamos siguiendo.
- Yo estaba con Coruxo en el bar y me habló de una bolsa.
- ¿Coruxo?
- Me puse paranoico.
Pensé que me estaban tendiendo una trampa.
- ¿Coruxo?
- No sé.
Cuando llegué ahí estaba el arma para que la encontrarais y me detuviereis.
[chirrido] [quejido] - ¿Fue Alejandro?
- No sé.
¿Qué haces?
[respiración agitada] Tu interrogatorio del '89.
¿Robaste la cinta de casa de Carmela?
- Sí.
- ¿Por qué?
- Te oí hablando en el hotel.
Estabais buscando una grabación perdida y pensabas que era el asesino.
- ¿Y le pediste a Cholo que ocultara la cinta?
- No.
- Joder, Gonzalo.
¡Dime la verdad!
No tenemos tiempo.
- Joder, ¡no!
¡No!
[bocinazos] - ¡Joder!
¡Ayuda!
¡Ayuda!
Vamos.
- ¿Qué pasa?
- Herida de armamento.
- ¡Sara!
- [Mónica] ¡Ayuda!
- ¡Una camilla!
- ¡Ayuda!
¡Es urgente!
[quejidos] - [Carmela] ¿Cómo está?
- Vivo... de momento.
- Gracias.
Llegaste justo a tiempo.
- No ha sido él.
- Mónica... - No ha sido él.
Necesito que me creas.
El asesino sigue suelto.
- Fue él.
- No.
- Mónica, ya.
Yo tengo órdenes.
David, que nadie se acerque a la habitación del sospechoso.
Ximena, llama al cuartel.
Pide refuerzos.
Hay que vigilar todos los accesos.
- Déjame ayudarte.
- Viqueira, llévala al cuartel.
Que no se mueva de allí.
- Por favor.
- Mónica.
El arma.
Gracias.
[respiración agitada] Viqueira, por favor.
Que no salga del cuartel.
- Mi Teniente, no podemos detenerla.
- Mataron a su hija.
No la dejéis sola.
- Antón, ¿qué hiciste?
¿Que qué hiciste?
- Matarlo.
[música nostálgica] - [Viqueira] Mónica.
Siento lo de tu hija.
Si puedo hacer algo, cualquier cosa... - [Mónica] Quiero escuchar la cinta.
- ¿Disculpe?
- La cinta número 9 del interrogatorio a Gonzalo.
La que se ocultó.
- Con el debido respeto, no puedo.
- Viqueira.
Por favor.
[música nostálgica] - La cinta 9.
- ¿Qué?
- La Teniente va a escuchar la cinta 9.
- A Carmela no le va a hacer ni una gracia, Viqueira.
- Me cago en mi puta sombra.
Dame la cinta.
Teniente, vaya a la sala.
- [Canedo] Estando como está, ¿vas a dejar que siga investigando, Viqueira?
- [Viqueira] Solo va a escuchar una cinta.
Mataron a su hija, no me toques los huevos.
- [Canedo] Sí, lo sé, Viqueira.
Pero se va a liar una gorda.
- [Viqueira] Asumo las consecuencias.
- [Viqueira] ¿Sabes que vas a ser el sospechoso?
Y en cuanto se sepa lo tuyo con Emma, el obispo va a llamar al arzobispado... - [Gonzalo] Ya.
Ya sé lo que va a hacer el obispo.
- [Viqueira] Fue Alejandro Ulloa.
Fue él, ¿no?
Iba detrás de Emma.
- [Gonzalo] Sí, eso es lo que dicen todos.
- [Viqueira] ¿Eso dicen?
Venga, padre.
Fue Alejandro.
Lo lleva en la sangre.
Solo tienes que declarar que sabes que Alejandro perseguía a Emma.
- [Gonzalo] Yo estaba en mi casa.
- El interrogatorio de Alejandro, quiero oírlo otra vez.
- [entrevistador] ¿Ya hablaste con Emma?
- [Alejandro] Nos dijimos "hola" nada más.
- [entrevistador] ¿Hasta qué hora estuviste en la fiesta?
- [Alejandro] ¿Yo qué sé?
Hasta las 3:00 a.m.
Deja de hacer el ridículo.
Los dos sabemos cómo va a acabar esto.
Mi madre me va a sacar de aquí y a ti te vamos a hundir.
[ruido blanco] - ¿Qué ha sido eso?
- ¿Lo qué?
- Rebobina.
[rebobinando] - ¿Otra vez?
[ruido blanco] - [entrevistador] ...adentro.
- Rebobina.
[rebobinando] Ya.
- [entrevistador] Fue él.
Lo lleva adentro.
- "Lo lleva adentro".
"Lo lleva en la sangre".
¿Qué significa?
- Supongo que se refiere a que los Ulloa son los que controlan la isla.
Son los que... tienen todo el poder.
No, no, no, no, no.
No puede irse a ninguna parte, Teniente.
- Mónica.
No.
- Mira, una cosa es lo de las cintas, ¿vale?
Pero marcharse, ni de coña, ¿eh?
Mucho menos sola.
- Tengo que hablar con un testigo.
Viqueira.
- Está bien.
No está detenida.
- No.
- Gracias.
- No.
¡De aquí no se mueve ni Dios!
- ¿Pero qué haces, hombre?
Teniente.
Teniente, espere, por favor.
Díganos con quién va a hablar.
- [Canedo] Esto no me lo puedo creer.
- [Viqueira] ¿Con qué testigo quiere hablar?
- Necesito un coche.
- [Canedo] ¡Venga!
- ¿Cómo que un coche?
- Sí, un coche.
- Pues, espere y la acompañamos.
[suspiro] - Muy bien, Viqueira.
Muy bien.
Sí, sí.
- ¡Qué hablarás!
- [locutor en radio] Consternación en la isla de Néboa ante la detención del sacerdote Gonzalo Torreiro, que se encuentra ahora mismo hospitalizado a la espera de ser trasladado a la prisión provincial.
Se le atribuyen, al menos, ocho muertos en los últimos 30 años.
Hoy en Néboa se respiraba una mezcla de estupor y alivio ante la resolución de un caso que lleva abierto desde 1919.
[timbre] - Venga, hombre.
Abre la puerta.
¡Abre!
[timbre] - ¿Sí?
- Soy la Teniente Ortiz.
Estoy... Estoy en la puerta de su casa.
- Sí, lo sé.
Y si no trae una orden, será mejor que se vaya.
- Necesito hablar con Amparo Ulloa.
- Le digo que se vaya.
- Dígale... Dígale que sé lo que pasó en 1919.
[llamada cortada] Hija de puta.
¡Abre!
- Siento mucho la muerte de su hija.
¿Qué es lo que piensa que sabe?
- Germán Ulloa, 1919.
- Arranque.
- [Mónica] ¿A dónde quiere ir?
- A donde empezó todo.
Siempre cerramos los dos últimos días del Entroido.
Ya desde los tiempos de mi padre.
Hoy aquí no hay nadie, solo nosotras dos.
¿Sabe que mi padre levantó esta empresa de la nada?
A lo mejor sí que lo sabía.
Pero lo que seguro que nadie le explicó es que también levantó esta isla.
Trajo familias enteras del continente.
Labreros, jornaleros, gente que no tenía qué llevar a la boca.
Mi padre puso en pie la primera escuela, levantó una flota pesquera, hizo de esta isla un lugar donde poder vivir.
- Y también mató a cinco personas en 1919.
- Sí.
Mató a cinco personas.
[música ominosa] [música de suspenso] - [Mónica] Usted lo sabía.
- [Ulloa] A medida que se hacía mayor empezó a padecer demencia.
Y él confesó, sin más.
Hablaba de los asesinatos.
Contaba los detalles.
- Y no dijeron nada.
- Tenía más de 90 años.
No podía ni caminar.
¿Qué sentido tendría?
- El arma que se usó en 1919, es la misma que se usó en los crímenes de 1989.
- Sí, ya lo sé.
- [Mónica] La misma lanzadera.
¿Cómo es posible?
- No lo sé.
Se lo juro.
- Usted lo sabe.
Usted lo sabe.
- Usted piensa que mi hijo Alejandro es el Urco, ¿verdad?
Alejandro estaba acompañado la noche que mataron a Emma.
- No es cierto.
Mara y sus amigas mintieron.
Y usted lo sabe.
- [Ulloa] Sí.
Claro que mintieron.
Yo las obligué.
- ¿Por qué?
- Lo que mi hijo, Alejandro, estaba haciendo aquella noche era una descarga de tabaco.
Sí, ya sé que no es la mejor excusa.
Ya lo sé.
- No.
No es cierto.
¡No es cierto!
- [Ulloa] Le digo la verdad.
Mi padre fue el primer Urco, pero Alejandro no mató a nadie.
Y de lo que pasó con la lanzadera que usaba mi padre no sé nada.
- Hay una pregunta que tengo que hacerle.
- Dígame.
[llamada saliente] - ¿Quién escribió eso?
- ¿Por qué?
- ¿Quién fue?
- ¿Es mentira?
- ¿Quién fue?
¿Quién fue, joder?
¡Hijo de puta!
[gritos indistintos] ¡Te mato!
¡Te mato, hijo de puta!
[gritos indistintos] ¡Si os volvéis a cercar, os mato!
Os mato.
[respiración agitada] [gritos] [respiración agitada] [golpes frenéticos a la puerta] - ¿Sí?
- Guardia civil.
¿Están Roque o Carmela?
- No, no están.
Oiga, ¿dónde va?
Oiga, espere.
¿A dónde va?
Oiga, espere.
No hay nadie de la familia en casa, ¿no está oyendo?
- ¿Qué le pasa?
- Es la humedad del invierno, que se le encharcan los pulmones.
Por favor, váyase de aquí.
- La caseta del jardín.
- ¿Eh?
- ¿Está abierta?
- Pero... - Esto no... Esto no es.
Hola, Brais.
¿Te acuerdas de mí?
El otro día, cuando nos conocimos, me dijiste una cosa que no se me ha olvidado.
"Los monstruos no existen, pero el Urco sí".
¿Te acuerdas?
Quiero coger al Urco, pero para eso necesito que me ayudes.
- ¿Qué tengo que hacer?
- Ayer... Ayer, al medio día, ¿viste a alguien entrar aquí en la caseta?
Tenía que estar muy enfadado, asustado.
Y llevaba algo en las manos.
¿Lo viste?
- ¿Y Mónica?
- No podíamos retenerla.
- Pero sí tenemos que evitar que haga cualquier barbaridad.
- ¿Dónde está?
- Iba a hablar con un testigo.
- ¿Sabemos con quién?
- Esto es una isla, ¿no?
Nada será que la encontremos.
- ¡Pues, venga!
- ¡Que me sueltes, gilipollas!
- ¿Qué te hice?
¿Eh?
¿Qué te hice para que me jodieras la vida?
Me dejaste sin nada.
Mi esposa, mi hijo... - ¿Tu hijo?
- Sí.
- ¡No te enteras de nada!
Sabíamos que Ana estaba con alguien, pero no sabíamos quién era el hijo de puta que se la estaba tirando.
Cogimos el móvil y vimos los vídeos.
¡Gael y yo!
¡Los dos!
- Gael no sabía nada hasta que tú mandaste el vídeo a todo el mundo.
- ¡Que Gael se enteró aquella noche!
[vibración] - Teniente.
- [Mónica] Viqueira.
Necesito comprobar algo.
- Por favor, venga al cuartel.
Nos está metiendo en un lío a todos.
- [Mónica] Sé quién era el asesino de 1919.
- Pero, ¿usted dónde está?
- [Mónica] Viqueira, ¿me estás escuchando?
El Urco.
El primer Urco fue Germán Ulloa.
- ¿Y cómo...?
¿Usted cómo lo sabe?
- [Mónica] El interrogatorio número 9.
- ¿El interrogatorio al cura?
- [Mónica] Cholo no escondió el interrogatorio para proteger a Gonzalo, lo escondió para protegerse a él.
- No entiendo.
- Cuando Cholo entró en la guardia civil, las muertes de 1919 seguían sin resolverse y se obsesionó con resolverlas él.
- Sé que fuiste tú.
¿Qué se siente?
[música de suspenso] - [Mónica] Encontró lo que buscaba.
- [Viqueira] ¿Por qué no dijo nada?
- Porque no buscaba al asesino para detenerlo.
Hay una pregunta que tengo que hacerle.
- Dígame.
- Cholo... ¿Cholo fue alguna vez a ver a Germán?
¿Se encontraron alguna vez en su casa?
Por favor, trate de recordar.
- Una vez.
[música de suspenso] - [susurrando] Sé que fuiste tú.
¿Qué se siente?
- Buscaba al asesino para aprender.
[gemido] - ¿Qué haces tú aquí?
- [Mónica] Solo empezó a replicar la forma de matar de Germán Ulloa.
[quejidos] Utilizando la misma arma.
La misma lanzadera.
Y manipuló la investigación para evitar sospechas.
Nadie en Néboa podía imaginar que el asesino era quien investigaba el caso.
- [Viqueira] Teniente, ¿tiene pruebas de lo que está diciendo?
- No.
Aún no las tengo.
Pero las voy a tener.
- Mire, aunque fuera cierto, Cholo no pudo matar a Ana ni hacerlo.
- [Mónica] Ya lo sé.
Pero me ha llevado hasta quién lo hizo.
- Mire, Teniente.
- [Mónica] Sé quién mató a mi hija.
Necesito que me hagas un último favor.
Cascudo.
Quiero que registres todas las llamadas desde que lo soltamos hasta que murió.
[puerta se abre] Y no le digas nada a Carmela.
[carraspeo] - Muy bien, de acuerdo.
La Teniente.
- ¿Estabas hablando con ella?
- Dice que sabe quién mató a su hija.
Parece que descubrió quién es nuestro hombre y va a por él.
[motor de motocicleta] [música de suspenso] - Gael.
Tu madre está adentro.
Queremos hablar contigo.
- Dile que salga.
- ¡Carmela!
[música tensa] - Yo te voy a querer igual, pero necesito saber la verdad.
- Llama al Faro.
Y comprueba si Gael trabajó la mañana en que desapareció Vega.
- ¿Cómo?
- [Roque] ¡Gael!
¡Gael!
¿Y mi hijo?
- No lo sé.
No llegó.
- [Mara] ¿Qué está pasando, Roque?
- [Alejandro] ¡Mara!
- Espera.
Es Roque.
- Roque.
Roque, escucha.
Soy Alejandro.
Sí, creo que sé dónde están.
- Estás loca, Mónica.
¡Aparta el arma de mi hijo!
¡Ahora!
- [Viqueira] ¿Qué haces aquí?
- [Roque] Mi mujer no responde a mis llamadas.
- Yo también estoy buscando a Gael.
- [Carmela] Comprobé todos sus movimientos.
Él no es el Urco.
- [Mónica] La verdad, yo odiaba ser madre.
Ya sé que está fatal decirlo y ahora la miro y creo que mi hija Vega es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Support for PBS provided by: